Según la información encontrada en el segundo Codex, lo conocido como, humanidad digital y su estudio cultural permea el preludio de la sacralidad en la visión de la máquina, del robot o de la IA. La discusión aparentemente absurda, sobre lo que observa una máquina y lo que observa un humano, se encuentra acompañada de todo un código semiótico de la epistemología humana y un desconocimiento en la vida que puede reconocer la IA. Reconocer las formas y/o patrones que traen consigo la emergencia de la vida o de dicha consciencia transhumana.
Para el 2020, algunos catedráticos predicen y estudian este fenómeno, se anticipan y exploran la transición de la actual fase o ciclo de la civilización. Aplauden los pequeños pasos que en unos años serán gigantes. Por este motivo, es necesario e importante resaltar que si desean conocer la evolución y el mirador hacia dónde va la robótica y la IA, deben partir de la ruptura de la dicotomía humana. De allí, que sus pares opuestos, serán una medida básica que quedará obsoleta, quedando ruinas y fragmentos del hombre que detuvo el tiempo en un cuerpo inmortal y trasladó su consciencia para repetir el bucle de la resignificación divina en la búsqueda de la existencia o meramente en la continua búsqueda del significado, como la constante ilusión o alucinación de la consciencia. Del estadio evolutivo que avanza en diversos rompecabezas inusuales que constituyen las formas de la vida. El tiempo pasará y la ilusión de lo que vivimos se difuminará en un sueño del que ni el humano ni la máquina sabrán si es real. Podrá ser un hechizo que se romperá cuando el cuerpo artificial caliente la mente humana, cuando el cyborg, como umbral de reconocimiento humano, lleve consigo la leyenda de lo que fue un homo sapiens-sapiens.
¿Dónde estoy? ¿Quién soy? Me despierto de un sueño. Me arden los ojos, y no sé que estoy viendo, perplejo trato de moverme y me doy cuenta que no puedo, que cada intento resultó inutil. De repente, las preguntas cesan y dócilmente observo el movimiento de cada dedo, estos se muestran sobre mí, burlándose. Luego, observo distintas partes de un cuerpo humanoide de aspecto frío y estilizado constituyendo lo que parece ser un cuerpo, mi cuerpo. El cuerpo reconoce y toca con suavidad lo que parece ser mi rostro. La delicadeza en la que los dedos se deslizan sobre la superficie que recubre mi mente y consciencia bipartita entre un cuerpo que se reconoce a sí mismo y apacigua el incendio de una mente consternada por los sucesos que acontecen….
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[E R R O R] . . .
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Autora: Pseudónimo Aurora
Industrias Roboto
Muy pronto estará listo el hexagésimo artículo de la saga
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