Parte 19. Paradigmas. “Vida a la maquina inerte”

Año 2020, un año lleno de cambios de paradigmas, como la superioridad del ser humano.  Un año en donde la encrucijada de lo que suponemos el destino de la humanidad se ve vulnerado por estructuras desconocidas, por minucias que limitan entre las fronteras de lo vivo o no vivo. 

La virtualización de nuestros modus operandi, en cuestión, acelera los cambios de comunicación y estos por ende la socialización y estructuras sociales que devendrá. Hablar de inteligencia artificial resulta oportuno y, quizá, necesario. El replanteamiento de dicho tema consiste en principio en las fases que pretenden identificarse a la noción que tanta ciencia ficción ha mostrado en diversas narrativas en donde diferentes ucronías y distopías se encuentran en lo que suponemos el futuro de nuestra humanidad.  Aún así, la investigación sobre esta concepción apenas está en curso. Dentro de las preguntas fundamentales podrían verse; ¿podrán las máquinas comprender? ¿será la prueba de Turing la forma definitiva en la cual se podrá saber con absoluta certeza que son seres vivos y conscientes de sí mismos? ¿se tiene contemplado el estudio de la consciencia para la entusiasta idea de la inteligencia artificial definitiva de los científicos? ¿En verdad resulta absurdo y polémico los últimos planteamientos respecto a esta noción de consciencia y cómo esta puede llegar a afectar varias disciplinas?  

La respuesta a estos interrogantes devienen en paradojas sutiles y en apuestas de a quienes llamo “apostadores de verdades” sean físicos, matemáticos, biólogos, psicólogos, neurocientíficos, ingenieros, sociólogos, antropólogos o artistas. Pues son estos quienes, juntos, en lo que hasta ahora se le dice interdisciplinariedad podrán constituir las bases de un desarrollo humanístico de la entusiasta idea en lo que resulta ser la inteligencia artificial, en esa magnánima idea del sentir de la máquina. Pero para esto, no solo consistirá en la reproducción artificial de los materiales y la ingeniería que hay detrás de esto para la conciliación del software y hardware que muchos apuestan en una superioridad que le dará “vida” a la máquina inerte. La necesidad teórica será más fuerte que por ahora se encuentra en un punto retrospectivo y reflexivo sobre esta idea. Las hipótesis serán escritas y lanzadas, unos escucharán y otros podrán odiar los círculos viciosos de este circo binario en el que nuestra pobre episte no puede concluir con certeza la solución de su legado.

Autora: Pseudónimo Aurora

Industrias Roboto

Muy pronto estará listo el Vigésimo artículo de la saga